Cotilleos y bulos, lo que hay que oir!

Yo crecí en un pueblo.
Por pueblo me refiero a un municipio de menos de 5.000 habitantes, que ya es mucho. Según tengo entendido hasta que un municipio no supera los 10.000 habitantes, no se considera ciudad.

A lo que voy, viví en un lugar donde casi todo el mundo se conocía.
Podías conocer a alguien por tratar a menudo con esa persona, por coincidir habitualmente, por tener un trato esporádico y cruzar algunas palabras y, lo peor de todo... podías conocerla "de vista" y mucho peor aún, "de oídas".

Lo ideal es que nadie te conociese de vista o de oídas porque seguramente tendría un concepto de ti que no era el correcto.
Y todo esto gracias a "los cotilleos" y "las mentiras", dos malos medios de comunicación.

El otro día, hablando con alguien del pueblo donde yo vivía, salió LA FRASE.
Si, si, tiene variantes pero viene a ser algo así

-"¿Te acuerdas de Mengana, la hermana de Fulano, que estuvo saliendo con Pepito y luego con Juanito? La que engañó a otro novio que tenía con Joselito ... ¿te acuerdas?"

Bueno, pues me dio por pensar en Mengana... que se a ciencia cierta que es hermana de Fulano, pero que no sabría decir con seguridad si salió con los que todo el mundo dice que salió. Yo nunca la vi con ellos. Y mucho menos la pillé engañando a uno con otro.
Pero todo el mundo piensa que es verdad aunque nadie le haya visto.

Y me pregunto... ¿ella sabe lo que se cuenta de su vida por ahí?
Imagino que si, en un pueblo todo te llega aunque no siempre.

Yo no me libré y llegaron a mis oídos cosas que me dejaron con la boca abierta y que yo nunca había hecho o dicho. Cosas que me indignaron profundamente pero que, ay amiga, que difícil es quitarse el San Benito.
Hay una frase que me encanta, dice "Difama que algo queda". Pueden soltar una burrada sin veracidad ninguna pero siempre habrá alguien que la crea, la mentira irá tomando forma dependiendo de quien la cuente, del daño que quiera hacer, como el juego del teléfono escacharrado.
Y así pasará el tiempo... y no habrá forma de borrarla de la mente de la gente.

Algo parecido (o igual) pasa con internet. Los bulos, los fakes, la viralidad de los mismos.
No han inventado nada nuevo.

Fuente: Pinterest

Ahora, pasados los años, muchas veces en ese pueblo me cruzo con gente.
Gente que me caía mal aunque nunca habíamos cruzado ni media palabra. Los bulos no nos dieron la oportunidad.
Chicas que a simple vista me parecen majas, agradables, pero claro... me han contado tantas cosas de ellas.
Gente con la que he perdido la oportunidad de entablar una conversación o incluso una amistad.
Y me pongo en su pellejo y trato de averiguar qué pensarán de mí. Qué es lo que creen saber de mi.

¿Hasta que punto puede encontrar alguien satisfacción inventando sobre la vida de otros?
El fin habitualmente es hacer daño, nadie inventa cosas del tipo "es buenísima en su trabajo y sus compañeros la adoran" aunque seas el ultimo mono de la empresa y todos te odien.
Otra cosa es que en política si se miente "al alza", y más en campaña electoral. Pero no necesitan de nadie que vaya soltando bulos, los propagan ellos solos.

A partir de ahora me voy a relacionar mucho más y voy a dejar de prejuzgar porque tengo claro que no sirve de nada.
Cada día tengo más claro que no puedo fiarme de lo que me diga la gente o los medios.
Tengo que informarme yo, sin intermediarios.

Y el ejemplo del pueblo se puede aplicar en cualquier ámbito de la vida.

¿Alguna vez has sufrido esto en tus carnes?