10 razones por las que no odio el verano (del todo)

No me gusta el calor, y por lo tanto en verano lo llevo fatal.
Si por mí fuese, viviría en una primavera eterna (sin polen, puestos a pedir) con sus lluvias de vez en cuando, sus cervecitas al sol, sus "me llevo una chaqueta por si refresca"... Ay! Quien pudiera.
Y es que yo pienso que para sobrellevar el verano a gusto, hay que tener dinero. Si no, no hay quien lo disfrute.
Necesitas dinero para poder irte de vacaciones a un sitio más fresco o por lo menos con playa, dinero para poner el aire acondicionado y poder pagar la factura, dinero para pasarte el día en un centro comercial al fresquito, comprando y comiendo sin preocuparte de la temperatura exterior, dinero para ir a la piscina todos los días si no tienes una en casa, dinero para hacerte un buen viaje a... ¿la Antartida?




Si encima tienes niños en casa, todo pasa a otro nivel.
Todo el día metidos en casa porque no hay quien salga a la calle a pisar ese asfalto a la temperatura del magma volcánico.
Una vez más, para huir de tu refugio y estar más frescos, necesitarás dinero... para el parque de bolas, para el cine, para el parque acuático....

Por no hablar de que con niños no puedes tumbarte a disfrutar del placer de la lectura, a la sombra en la piscina y encima, permitirte el lujo de cerrar los ojos.

No puedes tomarte un refresco tranquilamente en una terraza alargando una conversación con amigos. Eso es misión imposible.

No puedes hacer escapadas de fin de semana a la playa porque con ellos los viajes son eternos.
¿Quien no lo ha hecho?

- "¿Nos vamos a la playa?"
- "¿Ahora?"
- "Claro, nos volvemos el domingo por la noche, ya dormiremos la siesta el lunes..."
- " Vale! Cojo el bikini y algo de ropa y nos vamos"

Ay que veranos de juventud, que facilidad para hacer cosas divertidas.




Por no hablar de que, con niños, eso de estar de vacaciones y levantarse tarde no es compatible.
En cuanto un rayo de sol asoma entre la persiana.... zas! Un niño hiperactivo abre el ojo.

El caso es que, en un acto de intentar buscar lo bueno del verano, he hecho una lista de PROS (los contras son infinitos) para poder pasar estos calores con actitud positiva (mientras sudo la gota gorda).
Voy a intentar engañarme a mí misma para creer que es bueno que sea verano.

1 - Lo primero es, que si tuviese trabajo, el verano sería una época que esperaría con ganas, al menos así me pasaba antes.
Daba igual que hiciese calor. Salía de mi monotonía y podía hacer otras cosas sin tener que estar pendiente del mundo laboral. Aunque solo fuese por no madrugar o por no levantarme sabiendo que tenía que ir a lo mismo de siempre, merecía la pena.

2 - Mis amig@s tienen más tiempo disponible para quedar (jornadas intensivas, vacaciones, días más largos...) por lo tanto es más fácil que podamos vernos más a menudo que en invierno.

3 - El cuerpo me pide beber cantidades industriales de agua, y eso, es muy bueno para la salud. Elimino toxinas e hidrato todo mi organismo.

4 - Me gusta la playa.
Bueno, voy a aclarar conceptos... me gusta el MAR y el ambiente que hay en los pueblos de playa.
No me gusta tumbarme al sol. Bañarme en hora punta saltando olas no es algo que me atraiga especialmente.
Pero me encanta ir a la playa a eso de las 19:00 cuando ya ha bajado el sol, cuando los guiris se han ido a cenar y la playa está medio vacía. Y puedo llegar hasta la orilla SIN QUEMARME LOS PIES, andando despacito, metiendo los dedos en la arena, sin prisa.




5 - Puedo desayunar en la terraza de un bar temprano, cuando aún no pica el sol, y si es teniendo cerca césped recién regado, mejor que mejor. Eso en invierno es impensable.

6 - Aunque madrugues mucho, es de día! El día te cunde un montón (aunque con el calor las energías no son las mismas, la verdad) y si encima añadimos que anochece tarde... son todo ventajas.

7 - Da igual donde vayas, no tienes que ir cargado con ropa (abrigos, bufanda, gorros...). Sueles tener las manos libres y eso se agradece. Aunque te sobre la poca ropa que llevas.

8 - Y hablando de ropa, cuando tiendes después de poner una lavadora, se seca rapidísimo!!





9 - A veces se levanta aire fresco por la noche (en casa llevamos 1 semana así) y cuando abres las ventanas, después de un día de calor infernal, y hace tanto aire que tienes que echarte una sabana por encima.... eso es uno de los mayores placeres de la vida!

10 - Meterte en la piscina cuando está a una temperatura perfecta. Cuando no te da sensación meterte pero tampoco te da asco porque parece una sopa.
Y el cuerpo se relaja y desaparece el calor. Otro punto muy importante a favor.


Después de hacer la lista creo que sigo prefiriendo la primavera, aunque no pueda bañarme en la piscina.
¿Es grave doctor? ¿Dejaré de odiar el verano?
Y vosotr@s... ¿que estación del año preferís?