domingo, 10 de enero de 2016
Vuelta al mundo laboral
He vuelto a trabajar fuera de casa. Por fin!
Después de 4 años y 7 días.
Ya me había acostumbrado a estar en casa, con mi trabajo de madre, ama de casa, chica para todo, no remunerado.
Y es que en ocasiones, demasiadas, no se tiene en cuenta el esfuerzo que supone trabajar unas 17 horas sin descanso.
Si estás o ha estado en esa situación sabes de lo que hablo.
Desde que empecé a trabajar, hace unos 20 años, solo había estado en el paro unos 4 meses. Nunca tuve problema para encontrar trabajo, además con contratos de larga duración. El que menos fue de 2 años.
Pero cuando mi último jefe, para el que había trabajado durante 6 años, decidió darme la patada un 31 de diciembre (¡Feliz año nuevo!) entré en shock.
Siempre tuvo palabras amables para mí y 15 días antes de despedirme me juró y perjuró que nunca prescindiría de mí porque era una gran trabajadora y valoraba enormemente todos los esfuerzos que había realizado por la empresa.
Trabajábamos para la administración y, por lo tanto, dependíamos de decisiones políticas.
Había habido un cambio de gobierno y querían prescindir de nuestros servicios. Pero la empresa para la que yo trabajaba tenía puestos de trabajo disponibles en otros municipios.
Y me vendió la moto de un nuevo destino dentro de la empresa, un puesto de trabajo que, al final, dio a otro... le debía un favor a alguien y la que se quedó sin trabajo fui yo.
Pero eso fue hace mucho tiempo y al final cada uno tiene lo que merece y, creeme, esa empresa tiene lo que se merece a día de hoy.
En definitiva, lo llevé bastante mal al principio, me afectó muchísimo el despido. La crisis despuntaba y yo veía que la cosa se estaba poniendo fea.
Por suerte y tras asesorarme bien, conseguí la máxima indemnización ya que mi contrato estaba en fraude de ley. Así que decidí tomarme un tiempo de relax para recolocar mis objetivos y descansar un poco. Entre el paro y la indemnización podía seguir un tiempo con el mismo ritmo de vida que llevaba cuando trabajaba.
Pero la casa se me caía encima, no tenía contacto con casi nadie, todo el mundo trabajaba y yo estaba siempre sola en casa. Siempre he trabajado cara al público, atendiendo a muchísima gente, y estar sola se me hacía un mundo.
Me quedé embarazada y cuando físicamente ya no tenía tantas fuerzas, empecé a estar agradecida de estar en casa. Luego nació Monete y me dediqué a él en cuerpo y alma.
Se acababa el dinero pero iba recortando de un lado y de otro con tal de poder estar con mi pequeño. No me veía capaz de dejarle con 4 meses para irme a trabajar.
Además como estaba con él no podía buscar trabajo y no podía llevarle a la guardería para buscar trabajo porque no tenía dinero. Era la pescadilla que se mordía la cola.
Mientras, con agobios, disfruté muchisimo de cada segundo con él. Me sentí afortunada de poder estar con él en casa. Me angustiaba ver a amigas y conocidas que se incorporaban a su trabajo tras la escasa baja maternal y se veían obligadas a separarse de sus bebés de 4 meses. Me ponía en su piel y lo pasaba fatal.
Cuando mi hijo tenía 1 año y 4 meses empezó en la guardería. Yo necesitaba tener tiempo para empezar a buscar trabajo. Empezábamos a tener problemas para hacer frente a gastos y no iba a ser fácil encontrar un trabajo a la primera.
Y así fue, no había forma.
Sí, había trabajos. Con unos sueldos de vergüenza, contratos de risa, pasando todo el día fuera, a muchos kilómetros de casa con el correspondiente gasto de gasolina, ampliar el horario de la guardería también cuesta dinero.... Al final echando cuentas iba a pasarme el día fuera por 300 €. ¿Merecía la pena? Yo prefería seguir apretándome el cinturón pero poder ver a mi hijo. Y también tenía la intención de ser feliz con el trabajo que me tocase hacer. He sabido durante mucho tiempo lo que es ir triste y desmotivada a trabajar y no estaba dispuesta a pasar otra vez por eso.
Mi angustia crecía con el paso del tiempo. Ya no solo en el plano económico.
¿Sería capaz de "saber" trabajar y relacionarme después de 4 años sin hacerlo?
¿Podría tirar para adelante con la casa, el niño y, además, una jornada laboral?
¡¡Si estando en casa a veces no me daba tiempo a todo!!
Se me hacía un mundo el pensar que, después de tantos años habiéndome dedicado a lo mismo, era más que probable que tuviese que aprender a hacer cosas nuevas que desconocía totalmente. Tendría que demostrar desde cero las cosas que se hacer, la experiencia que tengo después de tantos años trabajando, además de conocer a mucha gente nueva con sus rutinas, un nuevo horario laboral...
Si, me pongo en lo peor antes de que las cosas sucedan. A veces soy así.
Como me dice mi padre "Hija, te pones la tirita antes de cortarte"
En vista de que mi ansiedad iba en aumento decidí empezar a pensar en positivo, a rechazar cualquier pensamiento negativo que cruzase mi cabeza.
Intenté convencerme de que lo que viniese sería bueno y me haría feliz.
Los cambios siempre son buenos, traen nuevas oportunidades y en mi caso no iba a ser menos.
Y el 5 de enero, como un preludio de regalo de Reyes, recibí una llamada de un antiguo compañero, que seguía en la empresa para la que yo había trabajado hasta 2006.
Tenían otro compañero al que iban a operar y la baja sería larga. Necesitaban cubrirle con alguien que conociese ese puesto de trabajo y pensaron en mí.
Dije que si, sin dudar. ¿Podría ser mejor?
Un trabajo que conozco de sobra, con compañeros que ya conozco de hace años, cerca de casa y con un horario que prácticamente me permite conciliar.
Veo menos a mi pequeño, tengo que ponerme al día con temas de mi puesto de trabajo porque después de 10 años he olvidado algunas cosas, no tengo tanto tiempo para el blog, madrugo más y la casa está más patas arriba que de costumbre, pero ¡TENGO TRABAJO!
He recordado lo que me gusta el estrés (sin abusar) el subidón que me da hacer mil y una cosas y que se me pase la jornada volando porque no he tenido tiempo ni de mirar el reloj.
Disfruto otra vez de tratar con gente, no recordaba lo que me gustaba estar de cara al público!
Cuando acaba el día estoy agotada pero satisfecha. Y feliz.
No se cuanto durará este trabajo pero pienso disfrutarlo al máximo.
He aprendido que no sirve de nada preocuparse por lo que aún no ha pasado, que las cosas suelen salir mejor de lo que uno piensa.
Y como diría la Ley de Murphy "si algo tiene que salir mal, saldrá mal" así que no merece la pena anticiparse a lo que va a pasar.
¿Has estado en una situación parecida?
¿Eres de l@s que no tienen miedo al cambio o de los que, como yo, se montan una película de terror antes de que nada ocurra?
Etiquetas:
Opinión
13 comentarios:
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Vaya Olga coincido plenamente con tus reflexiones y decisiones, como si lo hubiera escrito yo :-). Me alegro mucho de q estés tan contenta. Un besito fuerte.
ResponderEliminar¿Cómo se puede despedir a alguien un 31 de diciembre? ¡¡¡Madre mía!!!¡Mucho ánimo para esta nueva etapa, guapa! Espero que el trabajo dure mucho. ;)
ResponderEliminarMe alegro mucho! A mí me pasa como a ti, tb me monto películas y soy bastante negativa, ¡qué le vamos a hacer! Dejé mi curro porque al reducir la jornada cobraba una caca, ya te imaginas, y, además, como empezó la crisis, cobraba a destiempo. Llevo 5 años largos sin trabajo duera de casa y de momento podemos mantenernos así y aunque estoy feliz de poder estar con mis peques, a veces se echa de menos ser un poquillo más independiente. ¡Suerte que tengo el blog y me sirve de ocupación!
ResponderEliminarUn besazo guapísima y me alegro de corazón
Son sentimientos y pensamientos que se encuentran cuando tienes que dejar a tu pequeño. Piensa que has tenido la suerte, aun con el problema de tener que apretarse el cinturón, de ver crecer a tu hijo en la primera etapa, y eso te garantizo que es maravilloso.
ResponderEliminarA Rodrigo le tuve que dejar con tres meses y medio en la guarde. Era la guarde de toda la vida y en la que yo había estado y con gente que sabía que lo iban a cuidar fenomenal, pero el primer día que se cerró la puerta, crei morirme. Pensaba que era mala madre, que tenía que estar más tiempo con él, que igual le pasaba algo porque tuve que quitarle el pecho... me martirice bastante, pero había que comer y que pagar las cosas.
Con Adrián me sobreexcedi trabajando embarazada y, así pasó, con 36 semana me lo provocaron porque del estrés no crecía. ... 2 meses de angustia por ver que pasaba con mi pequeño. Con Adrián no tuve baja. Iba con mi niño a la oficina, lo que tiene ser empresaria (jamás volveré a serlo) y quería seguir dando el pecho por lo menos 4 meses... a partir del 5 mes, empezaron lose viajes y las semanas enteras fuera de casa.... fue horrible! Lloraba todas las tardes, estaba sola sin mis hijos, que estaban con mi madre y mi marido, pero sabiendo que si pasaba algo jamás me lo dirían..... estarían bien? Fue una pesadilla. Al final tienes que poner una balanza y elegir entre tener una vida más cómoda o estar más con ellos y, después de todo lo vivido, ganaron ellos!
Ahora mismo tengo una jornada laboral que me permite ir a recoger los, estar por la tarde con ellos, bajarlos, ir a los cumpleaños, a la función de navidad.... cosas que hasta ahora no había podido hacer. Llevo 8 meses así! Y el mayor tiene cuatro años y medio y el pequeño dos y medio!!! Pero todo se concilia, nada te mata, tus hijos no te olvidan y eres capaz de llegar a todo lo que pensabas que no llegarías.... somos multinacionales! !!!
También te digo que el trabajo me ha quitado mucha presión, tensión, estrés.... salir de casa, comunicarte con gente, arreglarte, despejarse.... son cosas fundamentales que cuando estamos en la boragine del día a día no vemos, pero que es muy necesario.
Tu tiempo libre valdrá oro! Y lo aprovecharán al máximo para estar contigo y tu con ellos. Y harás todo, no te preocupes.
Los cambios siempre son buenos, porque siempre se aprenden cosas.
Holaaaa!!! Me alegra muchísimo que tengas trabajo ( tendrá algo que ver los búhos =) bueno fuera de bromas es normal que tengas miedo porque llevas mucho tiempo fuera pero tienes la gran ventaja de que ya estuviste y conoces la rutina. Estoy segura de que no vas a tener problema y enseguida coges el ritmo. Soy muy positiva así que adelante y si tienes algún obstáculo lo derrivas por el camino .Ahora toca disfrutAr de tu nueva situación
ResponderEliminarBesotes !!!
Enhorabuena Olga!! Aunque no somos superwoman, al final buscamos intentar serlo. Ya nos irás contando cómo va la experiencia. En mi caso, sólo estuve 1 año "en casa". A mí me despidieron en la semana 20 de embarazo y necesitaba encontrar trabajo par volver a sentir que seguía siendo profesional y no sólo mamá de..
ResponderEliminarLo primero de todo: ENHORABUENA! Aquí una que lleva 3 años ya sin trabajar pero inmersa en una batalla legal con mi antigua empresa. A ver en que queda todo al final ^_^. Yo tengo fe. De todas formas, como bien dices, lo que tenga que ser, será y este tiempo con tu peque no te lo quita nadie. Y no tengas miedos! Eres tan válida como hace 4 años (que parece que los empresarios piensan que te quedas embarazada y se te seca el cerebro). Los cambios vienen bien, aunque pongan la vida patas arriba. Se te ve contenta y eso es lo importante :).
ResponderEliminarUn abrazo :)
Qué bien. Me alegro por ti. Trabajo llama a trabajo así que seguro que luego sale otra cosa. La verdad es que, para mí, es importante trabajar fuera de casa, aunque implique cansancio. Y también lo digo porque tengo muy buen horario, no trabajo presencialmente muchísimas horas (aunque hacerlo en casa es muy complicado con el peque) y tengo vacaciones escolares. Espero que te vaya fenomenal. Un besote
ResponderEliminarque bien!! me alegro muchísimo! y no seas tan negativa, mujer.
ResponderEliminarun beso enorme guapísima.
Ay! Como me alegro!! Entiendo perfectamente esa necesidad de "sentirte estresada" ... ! Dure lo que dure, diafruta mucho!
ResponderEliminarMe he visto reflejada en tu historia, sólo que yo me monté por mi cuenta y aquí sigo, al pie del cañón. Pero no cambio por nada del mundo el poder estar con mi niño. Lo malo, si viene, ya vendrá. Mientras tanto, a aprovechar. Tengo una tienda online y ahora, después de casi dos años ha visto la luz. Ha sido duro pero ahí estoy ;-). Las cosas van tomando otro cariz pero no te negaré que me voy a reciclar, por lo que pueda pasar.
ResponderEliminarFelicidades Olga! Seguro que lo sacas todo adelante con tu fuerza y valentía. Tu historia me suena familiar! Como a muchas madres, que nos encontramos en una situación parecida. Enhorabuena y adelante valiente! :-)
ResponderEliminarUn abrazo enorme!
Yo soy como tú, me agobian las cosas sin que hayan sucedido. Pero enhorabuena por tu trabajo! Disfrútalo mucho y mucha suerte!
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