Viernes, 7:30 de la mañana.
Mi hijo abre los ojos con alegría, como cada mañana.
Me pide teta y mientras la toma, me mira, se queda pensando y me dice "Mamá, he pensado que quiero hacer galletas de chocolate contigo"
Ante mi cara de sorpresa me dice "¿Quéeeeeeee?" a lo que yo respondo "Nada, nada. Que esta tarde cuando salgas del cole, las hacemos".
Ahí fue cuando me di cuenta de que NO estoy preparada para ser madre respostera.
Que sí, que yo he hecho bizcochos, el clásico de yogurt, el de chocolate, las tortitas me salían ricas, las rosquilla de anís...
Pero de eso hace ya muchos años, cuando cocinaba por aburrimiento y no por obligación.
¿De donde se sacó eso de las galletas de chocolate?
Pues ni idea, tal vez lo soñó, o alguien mencionó algo en el colegio... tal vez la TV.
Y ahí me veo yo, buscando vídeos en YouTube de "Galletas de chocolate fáciles".
Cogí varias ideas, vi qué ingredientes me faltaban y pensé para mis adentros "no los compres Olga, Monete saldrá del cole y no se acordará del tema galletas, déjalo pasar, te has salvado".
Llegan las 16:00 y ya ni me acuerdo de las galletas, veo a mi hijo salir por la puerta, viene corriendo, a grito pelado... "Mamaaaaaaaaaa, le he dicho a mis amigos que voy a hacer galletas contigo, corre, vámonos"
¡Ay la leche! No sólo no se ha olvidado, no. Viene con mas ilusión que el día de Navidad.
Total que allí vamos, a hacer la compra para las galletas.
Necesito esencia de vainilla, chocolate para postres y levadura. El resto lo tengo.
Pero, ¡oh, bendito progreso alimenticio! veo que venden un preparado de galletas que no necesita nada de nada. Solo una yema de huevo y 60 grs de mantequilla.
Viene todo en el paquete (una bolsa como de cacao en polvo) o al menos eso dice el envase. ¡Mi salvación!
NO lo vuelvo a comprar |
Llegamos a casa, nos ponemos los delantales, los gorros de cocineros (si nos ven en Master Chef nos dan la espalda), cogemos todo lo necesario (varillas, boles, bandeja de horno...) y nos ponemos al lío.
Primero miro unas 6 veces las instrucciones pero... no dice más que hay que añadir la yema y la mantequilla derretida.
Lo hago, mi hijo disfrutando como un enano, dale que te pego a las varillas.
Pero algo falla, la yema y la mantequilla han desaparecido entre tanto polvo de "preparado de cookies".
Busco en la basura, saco el envase de nuevo. ¡A ver si es que hay que echar leche! Esto es polvo puro y duro. Mientras, Monete sigue removiendo el polvo con las varillas.
No pone nada de leche, pero la voy a echar. Total, es leche, seguro que funciona. La leche se usa mucho en repostería, lo he visto en YouTube (ésta es la voz interior de mi cabeza y no digas que no, porque seguro que tú también la tienes)
Echo la leche, a ojo, así, para que se haga una pasta. Monete me mira, se quita el gorro de chef y me dice... "Ay mami, hacer galletas cansa mucho, me voy a ver a Blaze. ¿Me avisas cuando estén hechas?"
¿En serio? Me llena la cocina de polvo, de churretones, me mete en la movida esta de hacer galletas y ¿me deja SOLA?
En fin, sigo a lo mío, consigo una pasta mas o menos decente. Está blandurria pero en el paquete ponía que había que meterlo 15 minutos al frigorífico.
Hago un rollo y lo envuelvo en papel film.
Opto por guardarlo en el congelador que enfría más. ¡Ay que lista soy!
Pasado el tiempo, lo saco, mientras oigo de fondo "Mamáaaaaaaaaaaaaaa, ¿Ya están las galletas?"
Vale, ahora viene lo bueno, cortar la masa dando forma de galleta (o lo que buenamente te salga) y meter al horno 15 minutos.
A ver... esa masa era una cosa pegajosa que se quedaba pegada en mis manos y no había forma de moldear.
No hice foto del momento porque no podía coger el móvil con esas manazas pringosas.
Recordé haber visto que en estos casos, se echa un poquito de harina para evitar que se pegue.
Y eché harina... y un poco más porque aún se pegaba... y otro poco más... hasta que me dí por vencida.
Hice bolas y las aplasté de un manotazo (y media masa quedaba pegada en mi mano).
Las metí al horno y esperé los 15 minutos de rigor.
¡Olía genial! A chocolate rico. Abrí el horno pero la masa seguía húmeda. La dejé un ratito más ahí dentro.
.-Mamáaaaaaaa, ¿a qué huele?
.- A chocolate cariñoooo, las galletas se están haciendo.
.- Nooooo, huele a chimenea mamá.
Bueno, conseguí salvarlas, salvo dos o tres que fueron directas a la basura, el resto parecían estar comestibles.
"Vamos hijo, a comernos las galletas que ya están listas, aunque un poco calientes. Sopla"
¡Qué cara de felicidad se le puso! Sopló y sopló, abrió la boca y...
.-¿Qué pasa? ¿Están malas?
.-No mamá, están duras, muy duras.
Cierto, como piedras. Se sentó con su galleta y la chupó como un caramelo pero después de 30 minutos desistió.
Ni mojándolas en leche se ablandaron.
Y así terminó nuestra tarde de respostería, entre risas y olor a quemado.
Y dando gracias a Monete por decirme "No te preocupes mamá, la próxima vez hacemos un bizcocho"
Ayyyy criatura, ¿aún no te has dado cuenta de que tu madre no sabe hacer estas cosas?
Pero ¡no desistiré!
Jajaja, me meo. Lo de ingredientes a ojo no suele funcionar 😂😂 alguna vez he hecho cookies y se deben sacar cuando aún están blanditas. No te rindas, las siguientes seguro que triunfan y me invitas a merendar!
ResponderEliminarLo de calcular a ojo se que no funciona pero nena! Con lo que ponía en el paquete aquello seguía siendo polvo.
EliminarHabía que hacer algo...
La próxima vez vuelvo al bizcocho de chocolate y te aviso para merendar, aunque si tienes aprecio por tu salud y en tu estado... Igual no es muy recomendable que pruebes mi repostería.
Si quieres te hago un potaje!!!
Besos!
Jajajaja ayy parece que hablo yooo!! :D
ResponderEliminarYo todo lo que hago de repostería va directo a la basura, no tengo arte, y como nadie me ha enseñado porque mi madre solo hace el bizcocho del yogur, pues tiro de videos y soy corta onyo qué sé y termino metiendo la pata. Hecho la culpa al horno porque no es de calidad y es pequeño, el normal está estropeado y hay que comprar otro. Pero a ver si cuando compremos otro horno, si ya me salen bien jajajaja el otro día hice unas galletas navideñas de mantequilla, parecía que no me iban a salir pero las salvé echando leche jajajaa
Qué chiquillo más comprensible y guapo tienes!! Otro se habría enfadado. Aunque lo más bonito para ellos es el mancharse al cocinar :)
Un abrazo
No me voy a reír muy alto, porque tú eres una valiente y lo has intentado. A mí no me pide esas cosas... de vez en cuando he hecho bizcochos de zanahoria rápido, pero SIEMPRE con la receta delante y siguiendo las medidas, no vaya a ser... ya tu sabes, nena ;D
ResponderEliminarJajajaja el último gif-testimonio es maravilloso XD. Como dice Keka, en el mundo de la repostería lo de "a ojo" va regular. Pero no lo dejes, quiero leer tus nuevas incursiones culinarias!
ResponderEliminarjajaja Yo una vez hice magdalenas y apenas crecieron. note digo más... Otra vez hice un bizcocho que tampoco creció mucho pero era comestible.. :P Un beso y ánimo!! ;)
ResponderEliminar¿Has escuchado lo de Manolete, Manolete...? PUes eso. Eso y que ni a ojo, ni los mejunjes...El próximo día un bizcochito y con cholocate, y la mar de rico. Me estoy imaginando el resultado...Pero qué momento compartiste, verdad??
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