Llega el veranito, el sol, los pantalones cortos... ir depilada/o impecablemente durante, mínimo, 3 meses (las/os que decidan depilarse).
Hace unos días me invitaron a un evento de Braun y Gillette y me di cuenta de que no soy la única que ha probado uno y mil métodos de depilación.
Yo soy una maniática de los pelos, no lo puedo evitar. No es cuestión de machismos, patriacardos o modas auto impuestas.
¡Es que no puedo! No me gusta verme con pelos igual que no me gustan los hombres peludos. Odio los tacones, no me gusta pasarme horas al sol o jamás me teñiría el pelo de verde (de momento).
Pues con los pelos me pasa igual.
Admiro a las mujeres y hombres que no se depilan porque ahorran un tiempo y esfuerzo maravilloso.
Esta fue una de las razones por las que me hice el láser, hace ya 10 años. Ahorrar tiempo.
Pero no os creáis que el láser es definitivo ni eficaz al 100%. Al menos en mi caso y en otros que conozco, el pelo se abre paso aunque en menor cantidad (yo diría que en un 10%).
Por eso sigo usando los métodos de depilación que venía utilizando hace 10 años, pero ahora, cada 6 meses, un repasito y a correr.
CERA CALIENTE
Mi primer contacto con la depilación, allá por los años 90, fue con la cera caliente.
No, no existía la cera tibia ni la fría.
Fundían una especie de perlas en un cuenco especial y con una espátula te abrasaban vivas las canillas y lo que hiciese falta... arrasaba con todo.
Mi tía era esteticista (jolín maja, te depilan gratis, no te quejes) y no tuve escapatoria.
Al comprobar que para volver a depilarse había que dejar crecer un poco los pelos, decidí buscar otros métodos menos rudimentarios y que me mantuviesen depilada 24/7.
CUCHILLA
Me fui al súper y compré las típicas cuchillas desechables Bic.
Las había en dos colores, naranja y azul, como los boligrafos (Bic naranja escribe fino, Bic cristal escribe normal) y ante la duda cogí las azules que, en teoría, depilaban "normal".
Aquello fue una masacre, no usé jabón ni espuma, me mojé las piernas y me las dejé como si me hubiese cruzado con un gato rabioso.
Después me eché bien de crema hidratante y claro, aquello empezó a escocer y a ponerse rojo.
Un show, de verdad.
A los dos días pinchaba como un erizo y decidí que una y no más.
CREMA DEPILATORIA
Nuestra aventura fue breve.
Irritación, pelo a medio depilar, tapón de crema y pelos en el sumidero de la bañera...
Un ASCO en mayúsculas. Y, para mi gusto, una pérdida de tiempo y dinero increíble.
DEPILADORA ELÉCTRICA
¡Ohhhh sí!
Por fin un método que no me irritaba, duradero y que me permitía, en cuanto notaba algún pelo, repasar las piernas.
Esta fue mi primera depiladora y sonaba peor que un cortacesped
Ya os digo que soy una maniática y por eso me pasaba la depiladora en cuanto la piel no estaba suave.
La ventaja era que siempre estaba depilada.
El problema... las primeras veces dolía muchísimo. Recuerdo sudar la gota gorda, tener que parar a ratos porque no podía más.
Por suerte me acostumbré rápido y todas las semanas sacaba un ratito para "repasar" y que no se me acumulase "el trabajo".
Cada vez ampliaba mas el "campo de depilación" y cada vez notaba el vello más débil.
Y como cada vez estaba más débil, a veces le costaba salir a través de la piel y se quedaban debajo.
Fue entonces cuando tuve que acudir de nuevo a la cuchilla.
CUCHILLA (otra vez)
La cosa se había modernizado (por suerte) y existía ya en el mercado la Venus de Gillette.
Además yo había aprendido a no depilarme en seco, a cuidar la piel y a usar una cuchilla en condiciones.
Me la pasaba cuando necesitaba que los pelitos finos que se quedaban bajo la piel saliesen al exterior.
Y creedme que funciona porque, aunque no corta la piel, sí quita la capa fina que retiene el vello debajo y que al ser tan débil este, no es capaz de romper.
Aún la tengo (cambiando los recambios, claro) y de verdad que no he necesita comprar otra por muchos años que han pasado.
Aunque me temo que la tendré que jubilar pero es que los chicos de Gillette me han regalado la nueva Venus Swirl y, al lado de mi "vieja" Venus, la Swirl me parece el Lamborghini de las cuchillas.
Además los recambios que aún tengo de mi Venus me valen para la Swirl.
Pero aquí no acaba mi periplo con la depilación.
Antes de quedarme embarazada, varias amigas que ya eran madres repetían constantemente la frase "no tengo tiempo ni de depilarme" y doy fe de que no era una frase hecha.
Me imaginé con un bebé en brazos y las piernas llenas de pelos (yo, que siempre estaba depilada porque me iba manteniendo con la depiladora eléctrica).
DEPILACIÓN LÁSER
Investigué sobre el láser y aproveché que tenía un dinero ahorrado y allí que lo invertí.
Porque yo siempre lo digo, el láser es caro pero es una de las mejores inversiones que he hecho en mi vida.
Y aunque no fui madre hasta 5 años después de hacérmelo, lo agradecí infinitamente.
Nada de depilarme en el embarazo, nada tras el parto, ni el primer año. ¡NADA!
La depilación para mí dejó de existir.
No obstante, como decía al principio, el láser no es definitivo. Han pasado 10 años, el baile hormonal en mi cuerpo tras el embarazo y 4 años de lactancia ha sido brutal y sí, hay pelillos que quieren volver a ver la luz.
Pocos, pero ahí están los jodíos.
Hasta ahora los mantenía a raya (cada 6 meses, de verdad) con la Venus y con mi depiladora eléctrica, que tiene muuuuuchos años, se le calienta el cabezal cuando lleva un rato encendida y creo que en cualquier momento explosionará.
Va perdiendo potencia la pobre y es que le he dado mucha caña (sobre todo antes de hacerme el láser).
Así que el regalo que me hicieron los chicos de Braun me viene de maravilla para decirle adiós a mi compañera de depilación de estos últimos 15 años.
Que ¿qué es ese regalo?...
La Braun Silk-Epil 9 Skin Spa que puedo usar ¡¡¡en la ducha!!!
Sin cables, con cabezales exfoliantes, una recortadora/afeitadora y un montón de cosas más.
Si hubiesen existido estas cosas cuando yo usaba las cuchillas Bic y la depiladora que lo único que hacía era arrancar pelos a dolor... no hubiese sufrido tanto, seguro.
Me gustaría saber qué métodos de depilación utilizas (en caso de que te depiles, claro), cuales te han parecido un chasco y cuál es tu favorito.
Ya os digo que soy una maniática y por eso me pasaba la depiladora en cuanto la piel no estaba suave.
La ventaja era que siempre estaba depilada.
El problema... las primeras veces dolía muchísimo. Recuerdo sudar la gota gorda, tener que parar a ratos porque no podía más.
Por suerte me acostumbré rápido y todas las semanas sacaba un ratito para "repasar" y que no se me acumulase "el trabajo".
Cada vez ampliaba mas el "campo de depilación" y cada vez notaba el vello más débil.
Y como cada vez estaba más débil, a veces le costaba salir a través de la piel y se quedaban debajo.
Fue entonces cuando tuve que acudir de nuevo a la cuchilla.
CUCHILLA (otra vez)
La cosa se había modernizado (por suerte) y existía ya en el mercado la Venus de Gillette.
Además yo había aprendido a no depilarme en seco, a cuidar la piel y a usar una cuchilla en condiciones.
Me la pasaba cuando necesitaba que los pelitos finos que se quedaban bajo la piel saliesen al exterior.
Y creedme que funciona porque, aunque no corta la piel, sí quita la capa fina que retiene el vello debajo y que al ser tan débil este, no es capaz de romper.
Aún la tengo (cambiando los recambios, claro) y de verdad que no he necesita comprar otra por muchos años que han pasado.
Aunque me temo que la tendré que jubilar pero es que los chicos de Gillette me han regalado la nueva Venus Swirl y, al lado de mi "vieja" Venus, la Swirl me parece el Lamborghini de las cuchillas.
Además los recambios que aún tengo de mi Venus me valen para la Swirl.
Pero aquí no acaba mi periplo con la depilación.
Antes de quedarme embarazada, varias amigas que ya eran madres repetían constantemente la frase "no tengo tiempo ni de depilarme" y doy fe de que no era una frase hecha.
Me imaginé con un bebé en brazos y las piernas llenas de pelos (yo, que siempre estaba depilada porque me iba manteniendo con la depiladora eléctrica).
DEPILACIÓN LÁSER
Investigué sobre el láser y aproveché que tenía un dinero ahorrado y allí que lo invertí.
Porque yo siempre lo digo, el láser es caro pero es una de las mejores inversiones que he hecho en mi vida.
Y aunque no fui madre hasta 5 años después de hacérmelo, lo agradecí infinitamente.
Nada de depilarme en el embarazo, nada tras el parto, ni el primer año. ¡NADA!
La depilación para mí dejó de existir.
No obstante, como decía al principio, el láser no es definitivo. Han pasado 10 años, el baile hormonal en mi cuerpo tras el embarazo y 4 años de lactancia ha sido brutal y sí, hay pelillos que quieren volver a ver la luz.
Pocos, pero ahí están los jodíos.
Hasta ahora los mantenía a raya (cada 6 meses, de verdad) con la Venus y con mi depiladora eléctrica, que tiene muuuuuchos años, se le calienta el cabezal cuando lleva un rato encendida y creo que en cualquier momento explosionará.
Va perdiendo potencia la pobre y es que le he dado mucha caña (sobre todo antes de hacerme el láser).
Así que el regalo que me hicieron los chicos de Braun me viene de maravilla para decirle adiós a mi compañera de depilación de estos últimos 15 años.
Que ¿qué es ese regalo?...
La Braun Silk-Epil 9 Skin Spa que puedo usar ¡¡¡en la ducha!!!
Sin cables, con cabezales exfoliantes, una recortadora/afeitadora y un montón de cosas más.
Si hubiesen existido estas cosas cuando yo usaba las cuchillas Bic y la depiladora que lo único que hacía era arrancar pelos a dolor... no hubiese sufrido tanto, seguro.
Me gustaría saber qué métodos de depilación utilizas (en caso de que te depiles, claro), cuales te han parecido un chasco y cuál es tu favorito.
Aaay esas aventuras y desventuras con la depilación. Como te entiendo. Yo.encima vivia en Canarias e iba a la playa durante todo el año. Lo de la depilación era primordial!
ResponderEliminarPues yo soy muy simple y sencilla ... Cuchilla siempre
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